Edward de Valle II inició la comunicación de marcas de lujo en Miami hace más de 15 años. Hoy su gusto y opinión son valorados por aquellos pocos que poseen muchos millones.
-Por Sonia Guzmán
Tener la oportunidad de sentarse una tarde con Edward de Valle II, Presidente y CEO de AMGW Agency, es una experiencia enriquecedora y por demás divertida. Edward, experto en temas referentes al marketing, las relaciones publicas, la publicidad y el concepto denominado lifestyle a nivel mundial, ha desarrollado su carrera profesionalmente en torno a estrategias de comunicación de marcas de lujo y hoy su empresa es un fuerte y claro referente dentro de la industria. Con base en Miami y operaciones en Nueva York, San Francisco, República Dominicana, México, Panamá, Venezuela, Colombia, Brasil, Argentina, España, China y Emiratos Árabes Unidos, su expertice y dominio se fortalece sin freno.
“Hace 15 años la presencia de marcas de lujo en Miami se limitaba a Bal Harbour. Para 2012 el crecimiento de la industria fue del 500%, dentro del cual, la mayoría de las marcas se establecieron durante los últimos 8 años. Las oportunidades de negocio son proporcionales a la creatividad y dedicación de aquellos que iniciamos este mercado.”, revela confiado.
Como empresario, Edward amerita la clave de su éxito a crear y sembrar relaciones personales y profesionales duraderas, honestas y transparentes. Tal como es su relación con la familia de Donald Trump, uno de sus principales clientes por más de 10 años. Así de comprometidos y leales son sus clientes gracias a la confianza y los resultados que brinda. En su último proyecto en conjunto, desarrolló la promoción y estrategia de comunicación por la adquisición del Doral Golf & Resort Spa, en Miami, propiedad con valor de más de 1 billón de dólares, pero gracias al ingenio inmobiliario de la familia Trump, la transacción se logró en sólo 150 millones de dólares (mdd).
No podíamos pasar de largo el estilo de vida de tan especial personaje, un empresario por demás dinámico y de gustos exquisitos.
− ¿Cuál es la mayor necesidad de cualquier empresario exitoso?
− El balance, poder escaparse o desconectase. Para mí, al ser de origen cubano, esa desconexión – y a su vez reconexión- la obtengo en el mar. Mi escondite privado se encuentra en La Romana, dentro de República Dominicana, allá viajo todos los fines de semana para despejarme y balancear las más de 18 horas de trabajo diarias que realizo. También es importante relacionarse, sobre todo con gente diferente que te pueda abrir puertas y mostrar nuevos panoramas.
− ¿Cuál es el reto que hoy enfrentan antiguos emprendedores, hoy líderes de una industria cuya tendencia es el crecimiento y la expansión?
− Con el desarrollo de la economía actual a nivel mundial, el principal reto –transformado en motivación- es sin duda la competencia. Un claro ejemplo es Miami, hace 15 años cuando emprendíamos la apertura de la industria de la comunicación de marcas de lujo, la ciudad tenía sólo 1.5 millones de habitantes, hoy somos más de 3 millones. La competencia crece y ahora se debe trabajar el doble.
− ¿Cuáles son tus recomendaciones acerca de lo mejor del lifestyle en Miami, Latinoamérica y el mundo?
− Persiguiendo el bienestar y la salud, no hay mejor sitio que el gimnasio del hotel Four Season en Miami. El área de la piscina es sin duda un lugar ideal para reuniones de negocios, lo mismo que Soho Beach House Miami. En México, lo mejor es su gran oferta en restaurantes, disfruto mucho pasar el día con amistades en Polanquito, Masaryk o la Colonia Roma. En Panamá me encanta el Hotel Trump. Mi preferencia, además de obvia al ser amigo de la familia, se basa en el lujo y la comodidad real que ofrece el lugar. En Argentina, el Hotel Faena es sin duda la mejor opción. Soy un apasionado de la hotelería y se valorar lugares donde puedas comer bien y pasar momentos agradables ya sea con familia, amigos, socios o clientes.
− ¿Cuáles son tus lugares favoritos en el mundo para hacer negocios?
− Creo que un gran lugar es Casa de Campo en República Dominicana, ya que es por demás divertido, hay muchas maneras de entretener al cliente. Lo más importante es cerrar el negocio de manera natural, cerrar el negocio en esencia sin la presión inmediata de firmar un papel y ubicar lugares que te permita tales circunstancias es sin duda un lujo. En Ciudad de México, el St. Regis me parece genial, es elegante y al mismo tiempo amistoso, su amplitud da un fuerte sentido de comodidad. El hotel ofrece espléndidos lugares para comer y con una buena comida puedes cerrar un gran negocio.
− Cómo se define una buena compra.
− A un hombre exitoso le gusta expandir su trabajo y esfuerzo a sus pasiones y posesiones, más que un tema de ego es un tema de motivación, reconocimiento personal e identidad. Un hombre exitoso tiene, casi sin excepción, un lugar secreto o exclusivo para vacacionar, un buen auto, un buen traje, un reloj de colección y alguna propiedad en New York. Estos son básicos de todo gran empresario, banquero, corredor de bolsa u hombre de negocios en general. En cuanto a inversiones en real estate, mi mayor recomendación el día de hoy es el Ritz Reserve en Dorado, Puerto Rico; es un lugar increíble en todos los aspectos, excelente para vacacionar con amigos, familia, disfrutar del amor o despejarse en soledad. En cuanto a autos, mi obsesión es el Bentley GT o el Ferrari California. Hablando de relojería, las piezas clásicas de Parmigiani combinan a la perfección los conceptos de artesanía y lujo. Para un buen traje, nada comparable el made in Italy, Armani o Dolce & Gabanna son siempre mi primera opción. Y en cuanto a propiedades en New York, sin duda y por convencimiento personal y profesional ante los valores de los proyectos que represento, el Trump Soho es la mejor opción.
− ¿Un sueño cumplido?
− Como empresario y hombre de negocios, nada más gratificante que ser reconocido y publicado por Forbes.
Articulo publicado en Forbes